Os proponemos un viaje a través del tiempo. ¿Os imagináis pisar sobre donde descansaban los raíles de un tren hace más de medio siglo? A lo largo de toda la geografía nacional disponemos de una red de vías verdes, que son antiguos trazados ferroviarios reconvertidos en senderos.
Una ruta cargada de historia y naturaleza
La pasada semana recorrimos la Vía Verde del Carrilet I, antigua ruta transitada por el tren que unió Olot a Girona desde el 1911 al 1969. El vapor del Carrilet surcó las riberas de Fluvià, Brugent y Ter, siendo testigo de hechos históricos que le pasaron factura, como la Guerra Civil, que se saldaría con varios puentes volados, o la riada de 1940.
Aunque la manera clásica de recorrer esta ruta es sobre 2 ruedas, nuestra propuesta es realizarla caminando. Hay que destacar que, junto al buen mantenimiento de la infraestructura, podemos hasta encontrar empresas de alquiler de bicis, talleres y puntos de entrega en las inmediaciones tanto de la antigua estación de Olot, como en varias de las poblaciones que cruza el trazado. Es un ejemplo de planificación, aquí no encontraremos tramos cortados, falta de señalética o principios y finales de etapas en medio de ninguna parte. Lo que sí encontramos, son fondos para la conservación.
Nuestra experiencia: tres etapas para disfrutar a pie
Dividimos el recorrido en 3 etapas:
Etapa 1.- Olot – Sant Feliu de Pallerols
Aunque el recorrido arranca en la estación de Olot, nosotros fuimos fieles al track oficial que inicia la ruta en Sant Joan les Fonts (Canya) donde aparcamos nuestro vehículo. Dos días más tarde ya volveríamos en un autobús de la amplia red interurbana. La cual tiene paradas en muchos de los municipios por el que transita la vía verde.
Lo más destacable de esta etapa de la Vía Verde del Carrilet son las agradables umbrías bajo los puentes y trincheras ferroviarias que atravesamos, que contrastan con los tramos de maizales que salpican el recorrido.
La etapa, como el resto de la ruta, tiene muy poco desnivel. Partimos de los 447 m de Olot llegando a los 70m de Girona.
Realizamos un ascenso de apenas 1,5 km al Coll d´en Bas desde donde pudimos apreciar la panorámica del Vall d’en Bas. Y, tras el descenso, nos encontramos uno de los apeaderos, que junto con las estaciones van salpicando el camino. Algunas de ellas se han reconvertido en edificios públicos y algunos bares.
Finalmente cruzamos el río Brugent y llegamos a Sant Feliu de Pallerols, donde sellamos nuestra primera etapa con un menú de “cuina volcànica” muy recomendable.
Etapa 2.- San Feliu de Pallerols – Anglès
Tras un desayuno contundente, agua y ropa de baño cargadas en las mochilas, nos dispusimos a seguir el rastro del antiguo tren de vía estrecha.
Salimos de San Feliu de Pallerols dirección a Les Planes d`Hostoles siguiendo las indicaciones del sendero. Allí nos esperan los regalos del sendero: “Els Gorgs del Espai Protegit del Brugent”, pozas colindantes al recorrido en las que poder hacer un alto en el camino.
Es importante planificar bien esta parte del trayecto y reservar a través de la web, ya que el acceso está regulado y requiere reserva previa.
Dejamos atrás el tramo más refrescante, entre pozas y trincheras, y continuamos nuestros pasos, en ocasiones por tierra y en otras por asfalto; como el del puente sobre el río Ter, por el que cruzamos a la otra orilla encontrándonos con la estación del Pasteral.
Nuestro paisaje cambió a un entorno de campos de cultivo que nos acompañó hasta nuestro destino en esta etapa: Anglès.
Tras reponer fuerzas, dimos una vuelta por el pueblo que nos acogió esa noche, donde se puede respirar un ambiente muy agradable entre sus vecinos. Nos sentamos en una terraza donde un abuelete tarareaba una canción de los 70 a su nieta: «Sen va el tren dOlot fent xup, xup sen va el tren dOlot. Surt quan vol i arriba quan pot; fent xup, xup, sen va el tren dOlot”.
Etapa 3.- Anglès-Girona
Amanecimos con el buen recuerdo de anoche, y tarareamos la cancioncilla durante los kilómetros iniciales de nuestra última etapa.
El río Ter nos acompañó por nuestra izquierda, en gran parte del recorrido, y rebasamos las últimas estaciones acompañados, en varios tramos, de la agradable sombra de las choperas y la una multitud de corredores y ciclistas.
Hicimos un alto en el camino antes de abandonar esta vegetación de ribera en la Pilastra, donde entrenan los integrantes de la escuela de piragüismo. Pronto empezamos a intuir la cercanía a la capital, donde alcanzamos la meta.
Pero la ruta de la Vía Verde del Carrilet tiene segunda parte así que esta aventura continuará hasta encontrar el Mediterráneo en San Feliu de Guixols. ¿En bici, caminando…?