Asturias es naturaleza pura. Desde los bosques que cubren las laderas de los Picos de Europa hasta los acantilados que se asoman al Cantábrico, esta tierra ofrece infinitas posibilidades para quienes buscan disfrutar al aire libre.
Más allá del clásico senderismo, siempre vigente y fundamental, en Asturias existe un amplio abanico de experiencias que permiten explorar la región desde otras perspectivas, igual de intensas y conectadas con el entorno.
Para los amantes del turismo activo en Asturias, estas son cinco formas de adentrarse en su lado más salvaje. Solo una de ellas implica caminar. Las otras… van mucho más allá.
1. Senderismo por los grandes clásicos (y los menos conocidos)
Comenzamos por lo obvio: caminar sigue siendo una de las formas más auténticas de descubrir el alma de Asturias.
Desde la Ruta del Cares hasta el desfiladero de las Xanas o la Senda del Oso, pasando por joyas menos transitadas como la ruta de los Acantilados del Infierno o el Bosque de Peloño, cada paso es una invitación a la contemplación.
La gran red de senderos asturianos señalizados permite adaptar la experiencia a todos los niveles. Sea cual sea el camino que elijas, las vistas siempre serán espectaculares. Y es que muchas rutas atraviesan espacios naturales protegidos, aldeas detenidas en el tiempo o paisajes que parecen sacados de una postal.
Pero, para quienes desean añadir algo más de emoción, hay todo un mundo de actividades de aventura en Asturias esperando tras la siguiente curva.
2. Descenso del Sella en canoa: la versión acuática del senderismo
El famoso Descenso del Sella no es solo una fiesta popular. Fuera del Día de las Piraguas, se convierte en una travesía tranquila y paisajística, donde cada palada permite descubrir la Asturias más verde desde dentro del río.
Apto para todas las edades y niveles, esta actividad es una forma lúdica y diferente de conocer el oriente asturiano mientras se recorre uno de sus ríos más emblemáticos.
3. Barranquismo: adentrarse en la Asturias más vertical
Cuando el sendero desaparece y el terreno se vuelve cañón, el cuerpo se convierte en el vehículo de exploración. El barranquismo en Asturias permite descender entre rocas, saltar a pozas, rapelar cascadas y nadar por gargantas escondidas.
Es una de las formas más directas de interactuar con la geografía salvaje del Principado. Muy recomendable en verano, cuando los cauces están más accesibles y el agua ofrece un refresco natural entre paredes de roca.
4. Espeleología: el mundo bajo los prados
Pocos saben que bajo la Asturias verde y húmeda se esconde otro paisaje, en este caso subterráneo y misterioso. La espeleología permite adentrarse en cuevas naturales formadas por miles de años de filtraciones, donde la oscuridad revela estalactitas, galerías y formaciones imposibles.
Una actividad tan educativa como fascinante, que ofrece una visión completamente distinta del paisaje asturiano.
5. Aventura completa con guía: el turismo activo como forma de viajar
Hoy en día, muchos viajeros buscan más que senderos: buscan aventura en Asturias. Por eso, cada vez son más las empresas locales que ofrecen experiencias guiadas combinando naturaleza, seguridad y emoción. Desde rutas en buggy por pistas forestales hasta tirolinas o rutas en moto de agua, hay opciones para todos los gustos.
Para quienes quieren planificar su escapada combinando diferentes propuestas, cangasaventura.com es un punto de partida ideal. Esta empresa multiaventura reúne varias de las mejores actividades de aventura en Asturias, organizadas por profesionales que conocen el terreno y garantizan experiencias auténticas y seguras.
Asturias, más allá del sendero
Explorar Asturias caminando es una delicia. Pero para quienes desean ir más allá del sendero, lanzarse al agua, trepar una pared o atravesar una cueva, las posibilidades se multiplican. La clave está en combinar respeto por el entorno con una dosis de emoción.
Porque en el corazón verde del norte, el turismo activo no es solo una opción: es una forma de vivir la naturaleza con los cinco sentidos.