Sulayr, que significa la montaña del sol, es la denominación que los árabes dieron a Sierra Nevada en su ocupación de la Península. Este sendero circular de unos 300 km recorre algunos de los paisajes penibéticos de la geografía andaluza y española en un itinerario que no sólo evoca las huellas que sus ocupantes musulmanes dejaron en la zona y nos revela antiguas veredas tradicionales, caminos de herradura y vías pecuarias, sino que, por voluntad del pueblo andaluz, se configura como una puerta al futuro del desarrollo sostenible.
El trazado se ha realizado buscando una práctica fácil y segura, con equipamientos de uso público (centros de visitantes, jardines botánicos, refugios y aulas de naturaleza); siempre teniendo en cuenta los ecosistemas que recorre para evitar su degradación y mantener su riqueza pasiajística. Además, Sulayr cuenta con accesos desde los núcleos de población situados en el piedemonte para el apoyo logístico necesario y comunica dos provincias, seis comarcas y aproximadamente sesenta municipios.