Cómo cagar bien en el monte. Instrucciones básicas.

Montaña con mierda en la cima

Con el auge del senderismo y de los deportes al aire libre (ciclismo btt, runnning, etc.) han surgido nuevas posibilidades de turismo y de conservación del medioambiente, sí, pero también se han convertido en catástrofe la masificación de acciones humanas en el desarrollo de estas actividades. En algunos artículos hemos hablado de las consecuencias más inmediatas de la pobre conciencia ecológica de las personas que comienzan a abarrotar algunos senderos muy populares. Plásticos, botellas, latas… Pero uno que debería preocuparnos especialmente, y del que rara vez se habla, es el de la mierda.

Muchas personas piensan que sus heces suponen un abono de primera calidad, y por ello reparten su flora intestinal por doquier, con la convicción orgullosa de que ahí donde ellos han dejado su sello, una nueva forma de vida vegetal surgirá para mejorar el índice de carbono en la atmósfera. Pero, en realidad, la mierda humana es un producto altamente tóxico, y el papel higiénico o las toallitas (los hay de culo fino) pueden durar muchos meses, e incluso años en su sitio. Ademas, nuestras heces son portadoras de gran cantidad de gérmenes transmisores de enfermedades, desde simples diarreas hasta hepatitis, quistes, etc. Y no es algo para ir dejándolo por cualquier sitio. Mucho menos en los ríos, por favor.

Aunque recomendamos abajo la genial publicación de Kathleen Meyer Cómo cagar en el monte para aprehender los vastos conocimientos en la materia de este arte perdido, aquí os vamos a desglosar grosso modo, algunos consejos básicos, para que no sean vuestras madres las que paguen con heces ajenas vuestra falta de respeto:

  1. No seas vago y excava un agujero. No es ninguna tontería. La mejor manera de que la fauna no sufra las consecuencias de tus vicios más ocultos y evitemos la posible propagación de enfermedades, ya sea a través de insectos o por aguas torrenciales, es que hagas un agujero para esconder lo que una vez formó parte de ti. Un lugar perfecto sería un lugar con sombra de vegetación o una formación rocosa, lejos de arroyos y lagos y, por favor, lejos del campamento. La cobertura de tierra para tu obra de arte debe de ser de al menos 20 centímetros. Y si eres de los que anhela reforestar tu bosque busca un palo con el que remover tu jiñada con la tierra de cobertura. Así incrementarás el ritmo de descomposición.
  2. El papel te lo llevas. No se te ocurra enterrarlo ni quemarlo. Lo metes en una bolsa de plástico y te lo llevas hasta que vuelvas a la civilización. Ya te desharás de él correctamente.
  3. ¡Ojo, escaladores! En vuestro caso, lo sostenible es llevaros el lote completo. De igual modo que debemos hacer con los perros cuando jiñan en las ciudades, debemos hacer con nuestros trofeos campestres. Hay diferentes modelos y recipientes en el mercado para tales usos. Llevadlos con vosotros y arrimad el hombro. Juntos podemos lograr que las cumbres del Himalaya se sigan viendo blancas en las fotografías.

Más información:
Cómo cagar en el monte. Una aproximación sensata a un arte perdido. Por Kathleen Meyer.

2 comentarios

  1. Ohhhh… directos y concisos :DDDD
    Lo de llevarse el papel a casa, muy acertado, de obligatorio cumplimiento si en lugar de papel se usan toallitas 😮

    Gracias por vuestro trabajo de divulgación SenderosGR, sin pelos en la lengua todo llega mucho más efectivamente 🙂

    Saludos!
    Analema

  2. Pues la verdad, incrementar el peso de la mochila con tu mierda…Además la mochila suele ir llena y corre peligro de romperse la bolsa 🙂

    Bueno, en serio, no creo que sea un grave problema el defecar en el campo. Se puede tapar con piedras y hojarasca, pero tampoco hay que exagerar

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