Música en un GR

Mujer corre por el campo mientras escucha música

Muchos de nosotros hemos realizado el Camino de santiago, y muchos de nosotros coincidimos que lo mejor del camino de Santiago son los momentos en el Albergue. Preparar la cena, contarnos las batallitas, lavar la ropa hablar de la etapa del día siguiente, mirar a la peregrina/o del al lado, etc…

En un GR en solitario esto no es así; se pasa mucho tiempo solo, caminamos por senderos en soledad, comemos en soledad y dormimos en soledad. De un tiempo a esta parte, los corredores de montaña suelen coger tramos de GR enteros para sus carreras o entrenamientos, y no es raro verlos con música; les acompaña, les implica un ritmo y les hace no sentirse solos.

Y aquí es donde viene el debate que propongo, Música en el monte ¿sí, o no?

Mi respuesta es NO, un no rotundo. He pasado muchas noches solo, desde las 6 de la tarde hasta las 7 de la mañana de un invierno frío encerrado en una tienda de campaña y, sí, da para mucho que pensar, y en ciertos momentos deseas una radio que te acompañe.

La razón de no llevar radio, aunque en momentos la deseé es muy sencilla; me distrae y me pierdo los ruidos de la naturaleza. Si me hubiera puesto una radio, no hubiera escuchado el mar, el búho, los ciervos, el río, el viento soplar en los árboles. Si me hubiera puesto una radio no hubiera pensado en mi día, mi travesía, mi experiencia, ni tampoco hubiera pensado en mi familia.

Cuando salgas al monte deja tu radio/música aparcada y escucha la naturaleza. Si eres incapaz de salir al monte sin tu música, entonces, y sólo entonces, te recomiendo un gimnasio para hacer tu deporte.

PD: Y a aquellos que vais con el móvil usando el altavoz para contaminar acústicamente la naturaleza, vosotros no necesitáis un gimnasio, necesitáis una discoteca.

7 comentarios

  1. Muy bien, y como dijo el filósofo, la soledad no es estar solo, es estar vacío

  2. Yo creo que las razones del tipo «me pierdo los ruidos de la naturaleza» son subjetivas. Puede que solo te interese el deporte en sí mismo y lo demás no te importa y es secundario. No obstante yo comparto esa opinión en todos sus puntos y, es más, me parece una falta de respeto al medio , pero por encima de todo ello está la seguridad: hay ruidos que te pueden alertar de un accidente (una bici que se acerca por detras), de un animal, de alguien que pide ayuda…Yo casi siempre voy solo y ,desde luego, el silencio y mis pensamientos son mi mejor compañia.

    Un saludo

  3. Yo no, ¿porque? Porque, solo disfrutaría al 50%.

  4. Sophie Montagu dice: Responder

    No podría estar más de acuerdo contigo. Es sorprendente ver cuánta gente va por la naturaleza y por la vida en general sin fijarse en lo que le rodea. Para mi, el encanto del senderismo es observar, oler, escuchar, tocar (sin llevarte nada), identificar especies, hablar con la gente local, y no pasar de largo con tus cascos puestos. Para hacer ejercicio vete al gimnasio, como dices tú! Un saludo!

  5. IVAN MARTINEZ LLOSA dice: Responder

    Me apasiona este debate y sin rodeos afirmo que siempre estaré a favor de la musica en la montaña eso si, mejor por altavoz o con un único auricular pues con los dos auriculares estás totalmente sordo a los sonidos exteriores por seguridad o para escuchar cualquiet otro sonido, sean cencerros piar de pájaros berreo de animales como avisos de piedras o gritos de montañeros y todo esto lo afirmo por una dilatada experiencia en la MONTAÑA.
    SI A LA MUSICA

  6. No estoy de acuerdo, hay un momento para todo, incluso cuando caminas,.

  7. No creo que exista una opción correcta objetiva. Entiendo que lo correcto es lo que a cada uno le parece bien, siempre, eso sí, que no afecte al resto (aquello de que la libertad de uno acaba donde empieza la de al lado). No me parece bien llevar la música en altavoz, pues perturba el entorno, sus habitantes y a muchos visitantes que disfrutamos la evasión de la civilización. Nada en contra de llevar auriculares. Cuando empecé a caminar por el monte los llevaba, pero pronto me di cuenta que me satisfacía mucho más introducirme de lleno en él. Casi siempre voy solo, aunque también salimos en grupo a hacer excursiones, y ahí deberíamos esforzarnos por reprimir nuestra tendencia a ir hablando a voz en grito, otra grave fuente de molestia. En general, y con las excepciones pertinentes, tanto ciclistas como senderistas tendemos a elevar la voz sin percatarnos de la profanación que cometemos en el santuario que estamos pisando. Creo que es algo que debemos corregir.

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