Comenzamos a andar desde el albergue juvenil Puente de Retama. Desde ahí cruzamos la carretera CM-415, y caminamos a través del bosque por las laderas de la sierra de Saceruela.
Avanzamos por las cuestas que van a la Peña de los Gavilanes, desde las que observamos una panorámica de plagada de pinos piñoneros. Dejamos atrás una balsa forestal y las ruinas de un refugio, cerca del que vemos un pequeño circulo de alcornoques. Al llegar a la peña, el espacio se convierte en un altiplano rodeado de grandes árboles. Durante un breve espacio caminamos por un cortafuegos desde el que se ven las sierras del otro lado del valle. Desde aquí bordeamos el Alto de la Alcachofa, el Morro de la Gila y el Morro de Castilnegro.
Tomamos una vía asfaltada hacia la derecha hasta la casa de la Celadilla, y dejamos atrás la masa de pinar. Desde el mirador de la Celadilla empieza una zona casi sin árboles. Tomamos ahora un largo camino que avanza perpendicular a la N-430, y que nos lleva hasta la dehesa situada en el pie de la sierra. Al final del ascenso nos encontramos con la ermita de San Isidro. Continuamos hasta llegar a la carretera, que nos acompañará el resto del camino y transcurrirá por una vía de tierra ubicada junto a ella.
Cruzamos por un puente de piedra el arroyo del Agua de las Cañadas. El final de esta etapa está en la entrada de la localidad de Puebla de Don Rodrigo y está marcada por un cartel de Caminos Naturales.