Con la salida en San Lorenzo, la etapa 7 del GR5 comienza a discurrir por caminos, senderos o pistas por la Sierra de la Codina. Poco a poco, llegamos a una zona con buenas vistas sobre el valle y la cordillera cordillera Litoral, con los Riscos de Gallifa presididos por el Castillo al frente y, más al fondo, el Montseny. El camino continúa desde aquí hacia el Coll de Penjallops, que dejamos atrás para divisar las montañas de Sant Sebastià de Montmajor y el Farell.
Durante un buen tramo por el Vallès, el GR5 prosigue tras la línea de la Cordillera Prelitoral hasta que encuentra caminos y pistas que rodean bosques y campos de cultivo, por donde avanza. Poco después, cruza la riera de Gallifa para avanzar por un valle ancho y abierto, con vistas a la muela de Sant Sadurni.
El camino se separa de la riera para enlazar con un sendero repleto de vegetación que, en algunos tramos, se convierte en un auténtico túnel verde. Así, llegamos a salir al torrente de la Beliarda, muy cerca entonces de la carretera BP-1432. En el camino, se divisan ya las casetas y huertos de la periferia de Sant Feliu de Codines, localidad donde finalizamos esta etapa 7 del GR5 tras girar en una última curva del recorrido.