Partimos de Alpanseque dirección este y tomamos la pista que parte entre unas granjas porcinas y el antiguo transformador de la luz. Continuamos hasta la encrucijada de los Cuatro Caminos. Giramos a la derecha y tomamos un camino por el que atravesamos una zona de páramos y fincas de labor, en dirección a unas grandes naves de ganado. Las pasamos y nos adentramos en el encinar del Monte Hueco por un camino de rodadura que atraviesa el bosque hacia el este.
Al llegar a un claro giramos a la izquierda y tomamos una senda poco definida y nos lleva a la parte más alta del monte. No obstante, antes de ello giramos a la derecha, hacia la vertiente norte. Se abre ante nosotros un amplio valle de campos de labor en el que vemos a lo lejos el pueblo de Romanillos de Medinaceli. Descendemos por la senda hacia el fondo del valle, donde conectamos con un camino de hierba. Más adelante, junto a una fuente de piedra conocida como Carralvaldelcubo, llegamos a una bifurcación. Cogemos el ramal derecho, encaramos una ligera pendiente y coronamos una pequeña elevación junto a unos muros de piedra. Dejamos estos a nuestra izquierda y bordeamos unos corrales de ganado por un estrecho sendero durante 1 km. En el corte con otro camino, nos dirigimos hacia unos palomares cerca de las primeras casas de la localidad de destino. Dejamos a la derecha el cementerio y desembocamos en la carretera local de Alpanseque. Dejamos el asfalto por un sendero entre huertas y por él realizamos la última parte del trayecto hasta el pueblo de Romanillos de Medinaceli.